Los hombres creemos firmemente en las eventualidades y muchos en las casualidades. Sin embargo, para Dios ambas no existen. Dios cree en causalidades. Bajo su perspectiva, nada es un error en la vida, nada pero absolutamente nada es una casualidad en tu corta o prolongada existencia. Nada. Dios no permite que nada sin propósito te suceda por más que pienses lo contrario. La vida de una mujer es la prueba. Amy Carmichael nació en Irlanda en 1867. Sus padres Guillermo y Catalina se casaron en 1865. Ambos ejercieron una influencia gravitacional en la vida de sus siete hijos, principalmente en la de Amy. Veamos las causalidades de Dios en su vida...
CAUSA 1: Amy fue moldeada por su madre y una amiga que la ayudaba en casa. Elenora Milne era como la hermana mayor para todos, muy temerosa de Dios y que enseñaba a los niños. Su pasión era contarles historias tras historias la vida de los misioneros y mártires de la fe, sobretodo de la India. Además, era una entusiasta hablándoles de poesía y geografía mientras caminaban a la orilla del mar. ¿Casualidad o causalidad?
CAUSA 2: La madre de Amy poseía un corazón de amor como pocos. Cocinaba mucha sopa, una pequeña parte quedaba con ellos, y la mayor parte era compartida con los pobres del pequeño pueblo donde ellos residían. En lugar de jugar, Amy y su hermano debían ayudar en la cocina. Seguro se quejarían. ¿Casualidad o causalidad?
CAUSA 3: A la edad de 12 años, su padre se mudó a Belfast, Irlanda, para hacer negocios. Se trataba de un hombre piadoso, influyente y bíblico, al punto que muchos predicadores y líderes de iglesias de la época veían su hogar como una parada "obligada" donde compartir sus aventuras espirituales. Las interminables tertulias y monólogos hasta altas horas de la noche tenían mucho de doctrina, de almas por salvar, de misioneros y de pasión por la predicación como fin supremo. A los pies de tales hombres, dos niños escuchaban atentamente: Amy y su hermano. ¿Casualidad o causalidad?
CAUSA 4: A los 17 años, el padre de Amy falleció súbitamente, se dice, tras unas pérdidas financieras. Como efecto, la familia se sumó en la pobreza y su madre Catalina tuvo que emplearse a fondo para sacarlos a flote. Entonces obligadamente hubo cambio de posición en casa, su madre sería el "padre" sustentador y Amy ocuparía el lugar de su madre en la "crianza" de sus hermanos menores. ¿Casualidad o causalidad?
Albert Einstein dijo una verdad que siempre será vigente: "Dios no juega a los dados con nosotros". Él produce causa que luego se convertirán en efectos (llámese frutos) en la vida de sus hijos. Nada sucede en tu vida sin que Dios en la eternidad haya visto que es para tu bien... aún lo que tú llamas malo. Todo está escrito en su Libro. Causa y efecto, siembra y cosecha. No hay pierde en esto si lo entiendes. Amy Carmichael lo entendió bien. Los efectos en su vida lo veremos en siete días... ¡buen fin de semana!
Oración: Señor, enséñanos a comprender que tú trabajas en nuestras vidas a diario para no llegar a pensar que somos consecuencia de las casualidades o sentirnos muchas veces como olvidados.
Pensamiento: Dios no permite que nada sin propósito te suceda por más que pienses lo contrario.
ZETTA OK
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