¿Has escuchado la expresión “Cristianos
secretos”? Son aquellos cristianos que, por miedo a perder su popularidad o
privilegios sociales, ocultan el hecho de ser seguidores de Jesucristo.
En la parte final del ministerio de
Jesús, mucha gente ya había endurecido su corazón para no creerle.
Con todo eso, aun de los gobernantes,
muchos creyeron en Él; pero a causa de los líderes religiosos no lo confesaban,
para no ser expulsados de la sinagoga. Porque amaban más la gloria de los
hombres que la gloria de Dios.
Quizás en esta frase final está la
explicación a un comportamiento así. Amar la gloria de los hombres es vivir
para esperar la aprobación y beneplácito de los demás.
Mientras que amar la gloria de Dios
es complacerle en todo, aun a veces contraviniendo la expectativa de muchos,
pero estando seguros que la voluntad de Dios siempre será buena, agradable y
perfecta.
Jesús afirmó: “A cualquiera, pues, que
me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre
que está en los cielos”.
ORACIÓN: Padre, danos valentía para
confesar que somos tus seguidores, no pensando en nuestra popularidad, sino en
la salvación de quienes nos rodean. Amén.
PENSAMIENTO: Somos seguidores de Jesús: Secretos en la oración; públicos en el testimonio.
JAIME ECHEVARRÍA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario