Algunas personas piensan que seguir a
Jesús producirá la desaparición de todos sus problemas. Esto es peligrosamente
inexacto, y puede generar decepciones o falsas expectativas.
Más bien, nuestro Salvador fue
totalmente sincero al declarar: “Estas cosas les he hablado para que en mí
tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo”.
Sin lugar a dudas, Jesús nos estaba
advirtiendo que todo seguidor suyo experimentaría pruebas, momentos no gratos,
y pesares, como le sucede a todo el mundo.
La gran diferencia radicaba en que Él
nos acompañaría personalmente a enfrentar todos estos avatares, irradiando su
paz en nuestros corazones, y otorgándonos su victoria en medio de nuestras
aflicciones.
“Aunque ande en valle de sombra de
muerte, no temeré mal alguno, porque tú, Señor, estarás conmigo”.
ORACIÓN: Padre, prepáranos para esos
momentos difíciles de la vida, donde necesitaremos toda esa fe y fortaleza que
vamos recibiendo de ti en los tiempos de paz. Que tu gracia nos acompañe. Amén.
PENSAMIENTO: En medio de la aflicción
aprendemos a confiar más en Dios. En medio de la paz recordamos con gratitud
que Él estuvo allí y estará por siempre.
JAIME ECHEVARRÍA
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