martes, 30 de marzo de 2021

UN INSTRUMENTO EN LAS MANOS DE DIOS

 


E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, más dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no subirá navaja sobre su cabeza.

1 Samuel 1: 11

 En la época de los Jueces vivía un hombre llamado Elcana, quien tenía dos esposas, una de ellas se llamaba Penina y la otra Ana, Penina tenia hijos, pero Ana era estéril. Eran tiempos turbulentos, la gente se había olvidado de Dios, cada uno hacia lo que mejor le parecía. El pueblo no la pasaba bien, eso pasa cuando se saca a Dios de la ecuación.

Ana, aunque estéril tenia mucha fe en Dios, a pesar de que Penina siempre la molestaba (pues su esposo tenia cierta preferencia por Ana). En aquel tiempo el no tener hijos era una enorme afrenta y Ana se sentía muy desdichada por ello.

Un día, Ana decide ir al templo y desnudar su corazón delante de Dios, contarle sobre su desdicha, pedirle su ayuda y hacerle la promesa de que, si le concedía el privilegio de tener un hijo, ella lo dedicaría a Dios. No era una promesa fácil de hacer, imagínense si Dios le llegaba a conceder la promesa, igual tendría que separarse de su hijo.  El sacerdote Eli la vio orar y la tomo por borracha pues, aunque era sacerdote, no supo discernir el dolor en el corazón de Ana.

El tiempo paso y Dios se acordó de Ana, le concedió quedar embarazada de un hermoso niño al que pusieron por nombre Samuel (Dios escucha), ella no olvido la promesa que le había hecho a Dios y luego de un corto tiempo, fue al templo a dedicar al niño y dejarlo al cuidado del sacerdote. Pero Dios al ver que Ana cumplió su promesa le concedió el tener mas hijos.

Y sin saberlo Ana fue un instrumento en las manos de Dios, una humilde mujer con una sincera petición de cuyos lomos salió uno de los más hermosos personajes bíblicos y uno que dedico su vida al servicio del Señor, de los pocos que no se habla cosas negativas, el nexo entre los jueces y el reino, y el mentor de David, el mejor de los reyes de Israel.

Una luz en medio de un presente sombrío, un anuncio de que las cosas estaban por cambiar, una mujer usada por Dios sin saberlo, alguien que honro su promesa, un profeta y sacerdote, Dios moviendo los hilos de la historia.

Oración: Gracias Dios porque escuchas a los quebrantados de corazón y los usas para que sean parte de tu plan.

Pensamiento: Dios escucho la oración de Ana y por su gracia le concedió su petición, ella cumplió su promesa y el resto es una hermosa historia.

Luigi Zelote 


 


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